Los combustibles solares se presentan como una alternativa de valor para el cuidado del
planeta Tierra en torno a la industria automotriz. Algo que no debe descuidarse ya que
esta es una de las más contaminantes en el mundo y a la cual, desde hace muchos años,
se le piden medidas para reducir su huella.
En específico, en México los automóviles producen alrededor del 20% de las emisiones de CO2, principal gas causante del efecto invernadero y uno de los principales efectos del cambio climático que están dificultando la supervivencia de especies en el mundo y de los ciclos de la naturaleza. Por lo mismo, varios proyectos en el mundo están encaminados a descarbonizar los autos, transformándolos en equipos eléctricos o buscando alternativas de combustión para el transporte. Por ejemplo, la Unión Europea se ha propuesto que al 2030 debe implementar la primera fase para transformar sus autos en eléctricos y, como fase final, el 2050. Para esa fecha, se debería haber reducido en un 90% las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) con respecto a 1990. Por si fuera poco, el continente aspira a ser neutro en emisiones a mediados de siglo.
Sin embargo, esta no es una labor sencilla pues las fuentes de contaminación son múltiples y muy dispares en el mundo, pero lo que sí coincide en general es que la industria automotriz es un factor clave para atender y reformular. La importancia de los combustibles solares
En este contexto, los combustibles solares también se convierten en una posible solución renovable, además de procurar mayor presencia de vehículos eléctricos, para transformar la industria automotriz y sus efectos dañinos en el mundo.
Todo comenzó con una investigación de la Universidad de Cambridge en la que se ha avanzado significativamente en el desarrollo de una tecnología alimentada por energía solar que sea capaz de convertir el dióxido de carbono, que se libera de los escapes de los autos, como un combustible que sea utilizado directamente para los autos. Según el informe publicado en Nature Energy, este cambio podría ser un importante logro para transitar hacia una economía basada en fuentes de energía sostenibles.
¿Y cómo funciona este proyecto? El proceso es muy similar al de la fotosíntesis, mediante el cual las plantas convierten la luz solar en energía para transformar el CO2, agua y luz solar en combustibles de carbono como etanol y propanol. Y es que este tipo de combustibles presentan una alta densidad energética y pueden ser almacenados y transportados de manera eficiente.
La propuesta para generar esta fotosíntesis es utilizar una especie de hojas artificiales que proporcionan, gracias a la energía solar, combustibles renovables. Por ejemplo, el bioetanol, que se produce a partir de plantas, se presenta como una alternativa más limpia a la gasolina. En la actualidad, muchos automóviles y camiones funcionan con gasolina que contiene hasta un 10% de etanol (combustible E10). Así, este tipo de tecnología sería una transformación de elementos empleados en el combustible y también de procesos para fabricarlos, pues al utilizar energía solar no se producirían emisiones de carbono, siendo una opción completamente renovable y sana con el medio ambiente.
Ahora la investigación está en una primera etapa de desarrollo, pero esperemos que se le dé seguimiento para conseguir alternativas de combustible menos contaminante. Mientras tanto, también debemos alternar nuestras formas de transporte e incluir la bicicleta y el transporte público. Esto no siempre es fácil si no se tiene el hábito de hacerlo, pero representan un cambio importante en las toneladas de gases contaminantes que se generan al año por el exceso de automóviles que existen. Así que vale la pena sumarse a estas iniciativas y poco a poco cambiar nuestro estilo de vida
