GQ Hombres del Año

Ester Expósito revela el rostro detrás de la fama y el éxito

En un año increíble para su carrera, la actriz española nos habla de la fama, las redes sociales y su posible revelación como guionista.
Ester Expósito con tuxedo negro y sombrero
Ester Expósito protagoniza la serie Bandidos que se estrenará en 2024.Nacho Alegre

Atrás quedó la adolescente de Élite. Hoy, Ester Expósito es una actriz en plena maduración que elige muy bien sus proyectos y analiza minuciosamente cada uno de sus pasos.

Es un día de otoño con vocación primaveral. En Madrid, la gente deambula sofocada, con un calor insólito para esta época del año. Es mediodía y afuera, en la calle, no existe el glamour, sólo la celeridad. La atmósfera se transforma en el estudio fotográfico donde se realiza el shooting de GQ México y Latinoamérica con Ester Expósito, una de las actrices más relevantes de la escena mediática actual. Al ver su apostura, es sencillo comprender por qué es célebre. Incluso ataviada con una simple toalla y una gargantilla se percibe ese je ne sais quoi que sólo he observado en actrices como Scarlett Johansson, Audrey Tautou o Penélope Cruz.

Me acerco con sigilo, no deseo romper la comunicación entre el fotógrafo y la actriz. Expósito se percata de mi presencia, pero no perturba su atención. Le hacen indicaciones y ella actúa de inmediato: mira a la cámara, la seduce. Literalmente, el objetivo se subyuga ante la actriz. Aunque adopta una expresión disciplinada, no lo hace con docilidad. No es una adolescente ni una advenediza, es una profesional. Aprovecha los cambios de ropa para ojear su celular y, aunque confiesa que las redes sociales no son el mundo real, también les brinda todo su cuidado: “Las redes son sólo un pequeño escaparate de lo que somos”, señala concentrada, “no son la vida”. Quizás es cierto que, como ella misma me confiesa, tiene un exacerbado sentido de la responsabilidad, llevando con madurez y seriedad todos los cometidos profesionales que han sobrevenido con la fama, incluidas las múltiples plataformas. Porque Ester Expósito es famosa. Muy famosa. Más de 27 millones de seguidores en Instagram lo avalan. Pero como Rosalía, también la actriz española sabe que la fama es mala amante, haciendo caso omiso de los excesos de eco, incluso cuando son positivos: “la mayor parte de los mensajes que me envían son buenos”, me revela juiciosamente, “pero tampoco puedo estar dependiendo de la opinión de los demás, no es sano”.

“Es necesario tener cierta distancia con las redes. No son la vida real. La vida es mucho más rica fuera de las plataformas digitales. También más dura, obviamente”.Nacho Alegre

Pese a que esta joven de 23 años nació con el cambio de siglo y con la serie que la ha erigido en estrella, Élite, Expósito sabe poner distancia con su personaje de Carla Rosón. “No me gusta que me encasillen”, se apresura a decirme, “me gusta cambiar de papeles e interpretar a personajes diferentes”. Y es precisamente la interpretación el rasgo que me interesa de la mujer que tengo delante. Así que, a pesar de las cámaras, de los constantes cambios de prendas y de la indudable exquisitez de las joyas, indago para saber quién se oculta en realidad detrás de la imagen de Ester Expósito. Por suerte, también ella desea revelarlo.

Los claroscuros del éxito

Ester ha visto cambiar su vida radicalmente en menos de cinco años. Su salto a la fama se ha convertido en un auténtico salto mortal y la actriz asume sus consecuencias: “Cada uno lleva la fama como puede [ríe]. Yo soy bastante ansiosa, y la ansiedad se dispara aún más con tanta exposición. Estoy acostumbrada a vivir con ese nervio y con las rumiaciones constantes, aunque no está bien acostumbrarse a normalizarlo”. Sobre la fama, todavía se expresa con mayor contundencia: “Con ella también llega la conciencia de todas las cosas que cambian, de todo a lo que tienes que decir adiós. Por mucho que te avisen, hasta que no te pasa, no tienes ni idea de cómo vas a reaccionar ante la fama. Por suerte, mis padres me han arraigado mucho a las cosas que verdaderamente importan. Su educación y su apoyo han sido fundamentales”.

“México es mi segundo lugar favorito en el mundo”.Nacho Alegre

El estrellato de Ester Expósito comenzó en 2018, cuando apenas cumplió la mayoría de edad, gracias a su aparición en ese popular proyecto de Netflix que todos conocemos bien: Élite, aunque sus efectos son más patentes hoy en día. “Lo percibo más ahora, años después del boom. He empezado a sentir auténtica nostalgia por cosas que ya no van a ser lo mismo. La idea de que he perdido la oportunidad de vivir mi adolescencia o saber que, probablemente, los próximos años no van a ser normales. Cuando estás en el ojo del huracán, pasan tantas cosas que no te da tiempo de pensar en lo que te ha cambiado la vida. No ves que hay mucho que ya no vas a poder hacer. He tenido que aprender a asumir esta realidad”.

Pese a la contrapartida de la fama, su celebridad le ha hecho convertirse en icono de moda, llegando a participar en cintas de primer nivel e, incluso, acudir a los festivales de Cannes o Milán. En esto, Ester es consciente de su posición extraordinaria: “Soy una privilegiada por dedicarme a una profesión que amo; por poder elegir los proyectos en los que me involucro y por tener a tanta gente mandándome cariño y apoyando mi carrera. Conseguí mi sueño: soy actriz y puedo contar historias que le lleguen a la gente”.

“Sólo soy responsable con mi trabajo, pero soy un desastre para tener rutinas”.Nacho Alegre
“Está bien ser exigente, pero yo rozo lo obsesivo”.Nacho Alegre

Aunque también admite que, llegado el caso de que no le ofrecieran proyectos que le interesen como actriz, acometería sus propias historias desde la escritura: “Incluso antes de hacer Élite, estaba en mi mente el poder crear algún día una historia y llevarla a cabo. Todos estos años he ido teniendo ideas, pero poco consistentes o con pocas posibilidades de desarrollo. Tampoco he tenido el tiempo ni la claridad de vislumbrar una idea en la que creyese y por la que quisiera ir”; sin embargo, no lo descarta. “Hace unos meses sucedió que, juntando varios temas que me interesan, se me ocurrió algo para una película, y puede que empiece a buscar huecos para desarrollarla. Por primera vez, yo escribiré la historia. Con ayuda de guionistas, por supuesto, porque no tengo ni idea de cómo hacer un libreto. Pero quiero desarrollar la historia e incluso formar parte de la producción”, dice. Una pregunta es obligada: ¿la dirigiría? “Dirigir no sé, ahora no me veo. Me interesa tener control en la dirección creativa, en la producción y en la escritura, por contar lo que me interesa y no tener que esperar a que me llegue de fuera. Quiero incentivarlo yo. Pero producir, escribir, dirigir, actuar… Todo en un mismo rodaje. Podría volverme loca”.

Precisamente referentes en la dirección no le faltan. Jaume Balagueró, director de Venus (2022), ha destacado de Ester Expósito su gran calidad como actriz. La madrileña se deshace en elogios hacia el realizador: “A Jaume lo adoro, soy fan del cine de terror y en mi infancia REC me fascinó. Trabajar con él ha sido un regalo. Conectamos muy bien, nos entendimos y disfrutamos mucho el hecho de colaborar en conjunto. Venus es muy especial, mi primera película de terror, con un personaje extremo. Fue un rodaje muy bonito, en gran parte por trabajar con él y por la persona que conocí”.

“Tiendo a sobrepensar. Si no lo hiciera, disfrutaría más de la vida y de las cosas. Aunque a lo mejor me iría peor, no sé”Nacho Alegre

“Conexión” es un término que la actriz emplea con frecuencia para hablar de la interpretación, una cualidad indispensable para desempeñar su profesión. “Siempre busco conectar con los directores; no sé si lo busco, porque no lo fuerzo, pero sí me interesa. El trabajo de actor es muy delicado, muy sensible y, si no te entiendes con quien dirige, el rodaje puede llegar a ser una pesadilla. Es importante sentirte respaldada y apoyada; sentir que tú también le ofreces confianza. Es una cuestión de conexión entre dos personas”.

Otro de los grandes directores con los que la madrileña ha trabajado recientemente es el mexicano Amat Escalante, en quien reconoce una sensibilidad y una visión únicas: “Amat transmite sensaciones muy especiales. Aprendí mucho en el rodaje de Perdidos en la noche, porque el personaje es una locura, muy extremo también, pero en un sentido distinto al de Venus. Amat es un genio como director y me siento identificada con cómo es él, introvertido y con mucho interior. Yo también soy así, tengo un diálogo interno conmigo misma constante, por eso, sin necesidad de hablar mucho, conectamos rápido. Somos personas muy intuitivas y en esa esfera percibí mucha unión con él”.

“Soy una privilegiada por dedicarme a una profesión que amo”.Nacho Alegre

Pero dicha unión no siempre ocurre. Sin ir más lejos, en la consabida Élite, a Expósito le costó conectar con Dani de la Orden. La actriz, entre risas, explica su experiencia con el realizador catalán: “Con Dani fue muy gracioso. En el rodaje no conectábamos, no nos entendíamos. Tal vez porque somos muy distintos. Nos llevábamos bien en el set, pero no entendía qué quería; y él igual, no me entendía. A veces, creía que quería llevar al personaje por otros lados. No grandes cosas, sólo matices en la interpretación. Pero al final, en la tercera temporada de Élite, por fin sucedió. Y se notó. Empezamos a entendernos. Dani dirige muy bien y traslada a su trabajo lo divertido y juguetón que es él. Acabé enganchándome a esa parte suya. En 2021, hicimos Mamá O Papá para disfrutar juntos como amigos y compañeros”.

Justo con Dani de la Orden ha trabajado para cine y televisión. Aunque adaptarse a los códigos de ambos medios es un reto, para Ester también tiene sus ventajas. “Lo que me interesa de ambas plataformas es que se piense en la calidad de la historia, no sólo en crear contenido”, asegura y continúa: “El cine tiene unos tiempos más extensos para el actor. Generalmente, una serie va mucho más rápido, porque son varios capítulos y bastantes escenas por día. En una película tienes más tiempo para prepararte. Es más calmado. Pero ambas pueden ser muy divertidas y distintas. Influyen tus compañeros, el guion, lo que te emocione. Si me apasionan la historia y el personaje, me voy a entregar y lo voy a disfrutar sea cine o televisión”.

Más allá del set

“Conseguí mi sueño: soy actriz y puedo contar historias que le lleguen a la gente”.Nacho Alegre

Con tanto bagaje en el audiovisual, Expósito no duda en pensar qué le aconsejaría a la niña de 13 años que decidió inscribirse en una escuela de actuación. “Le aconsejaría lo mismo que me diría hoy: que se relajase, que disfrutara más, que no se comiera la cabeza, que se dejase llevar y que no fuera tan responsable con su trabajo. Está bien ser exigente, pero yo rozo lo obsesivo”. Aunque ríe cuando se expresa, no puede dejar de remarcar la dificultad del cambio. “Sé que me va a costar ir por otro camino diferente al que tiendo de forma natural, que es el de ser muy responsable con mi trabajo, el de calcular y controlarlo todo. Le doy mil vueltas a la cabeza, tiendo a sobrepensar. Si no lo hiciera, disfrutaría más de la vida y de las cosas. Aunque a lo mejor me iría peor, no sé”, asevera.

Pese a que parece sugerir un exceso de responsabilidad en su carácter, la actriz se ruboriza al admitir que en otros niveles no lo es en absoluto: “Sólo soy responsable con mi trabajo, pero soy un desastre para tener rutinas. Para eso soy horrible. Y en los estudios también era muy irresponsable. Con el trabajo sí, porque me importa y es algo para lo que me preparo. Soy muy respetuosa con mi profesión y con la gente con la que trabajo. Pero en cuanto salgo del rodaje, soy la persona más desorganizada del mundo”.

“No me gusta que me encasillen, me gusta cambiar de papeles e interpretar a personajes diferentes”.Nacho Alegre

Cuesta creer ese nivel de desorganización, teniendo en cuenta todo lo que abarca profesionalmente sin cansancio aparente. “Una película, al tener un rodaje más corto, te cansa menos. Por eso he estado haciendo más cine últimamente, porque da menos tiempo a cansarte. Pero mira, he estado cuatro meses en México rodando una serie y ha sido divertidísimo. En parte porque me encanta México”. Enseguida se apresura a apostillar: “Al principio me acerqué al proyecto con cierto prejuicio, porque, aunque no es juvenil, todos los protagonistas somos jóvenes y no quería caer en lo mismo ni encasillarme. Empecé a leerla y me encantó. La historia está muy bien escrita, es de acción y de aventura, y sentí que mi personaje era muy divertido y que lo podía jugar mucho. Así que me dejé llevar”.

Por supuesto, no termina de explicar el proyecto sin hablar de su fascinación por México: “Ya había rodado Perdidos en la noche y adoro el país. Volver fue estupendo. Me encanta que la historia suceda en México. De hecho, tiene muchos elementos de la cultura, incluso los protagonistas buscamos un tesoro maya. Me cerró todo: la historia, el elenco, los compañeros… Tenía que hacerlo. Estuvimos cuatro meses rodando en Yucatán, principalmente en Mérida, y fue increíble conocer esos lugares. Filmamos en cenotes, en manglares preciosos… Y la serieBandidoses muy divertida, tiene emoción y los personajes tienen su esencia. Todos añaden su toque y mis compañeros han hecho un trabajo increíble. Se estrenará el año que viene”.

“Cada uno lleva la fama como puede. Yo soy bastante ansiosa, y la ansiedad se dispara aún más con tanta exposición”.Nacho Alegre

Y vaya que estar en territorio mexicano ya es algo habitual para la madrileña. En octubre pasado pisó el estado de Michoacán para presentar en el Festival Internacional de Cine de Morelia Perdidos en la noche, al lado de Bárbara Mori —su coprotagonista— y del propio Amat Escalante. “México es mi segundo lugar favorito en el mundo”, dijo una y otra vez Expósito a los medios de comunicación.

Antes de finalizar nuestra charla, la actriz española medita y enseguida enfatiza la necesidad de cambio en su registro interpretativo: “Tenía ganas de que la gente me volviera a ver en una serie y en un proyecto más desengrasado, porque últimamente hago todo muy intenso: dramático, terror. Como actriz está bien hacer un papel que te permita relajarte más, no tener que estar exprimiéndote y sufriendo. El público agradece verte en una situación más ligera. Tengo el presentimiento de que va a gustar mucho la historia, porque tiene todos los elementos para seducir”.

La entrevista se aproxima a su fin y no puedo evitar cuestionarla acerca de su éxito en las redes. No en vano, con 27 millones de seguidores tan solo en Instagram, la perspectiva desde la que ve el mundo debe ser completamente distinta a la del común de los mortales. Le pregunto si se ha parado a pensar que, de presentarse a unas elecciones, tendría una holgadísima mayoría absoluta. Enseguida, Expósito lo confirma: “Sí, es muy loco todo. Tiene cosas bonitas y me siento muy agradecida por ello. Pero también es abrumador; hay muchas cosas que debo pensármelas dos veces. Esa presión es difícil. Pero no es algo que pueda controlar, así que lo acepto y lo integro en mi realidad”.

Oyéndola hablar, es evidente que Ester Expósito, aquella adolescente que empezó en la pequeña pantalla y que ha dado un salto vertiginoso en el mundo audiovisual, tiene los pies en la tierra. “Es necesario tener cierta distancia con las redes. No son la vida real. La vida es mucho más rica fuera de las plataformas digitales. También más dura, obviamente. Ver sólo cosas buenas en un perfil no significa que la vida de esa persona sea perfecta y la tuya no, sólo significa que no comparte sus momentos más terribles”. Toda una lección de discernimiento y sensatez.

Este año, Ester Expósito ha sido nombrada y reconocida como Actriz del Año en Hombres del Año México.