Relaciones

3 herramientas de Inteligencia Emocional para salvar tu relación, según la psicología

Aprender a usar tu inteligencia emocional es esencial para construir buenas relaciones que valen la pena.
Pareja en la playa
Para salvar tu relaciónGetty

Si llegas al punto en el que tienes que esforzarte para salvar tu relación (por problemas, una pelea o porque crees que hay desenamoramiento), entonces necesitas estar armado con las herramientas correctas.

Todas las relaciones pueden llegar a tener problemas o malos momentos a lo largo de su historia. En algunos casos, esos problemas no van a tener solución y pueden ser una señal de que lo mejor es separarse y seguir caminos distintos, pero hay otros en los que sí hay formas de arreglar las cosas y fortalecer la relación para que se salve y dure más tiempo.

El secreto de las relaciones felices es que las personas involucradas en ellas no tiran la toalla a la primera señal de problemas y tampoco huyen de ellos, sino que están abiertas a trabajar en sí mismas y en la relación, y a luchar por las cosas que valen la pena.

Y sí, necesitas un poco de fuerza de voluntad y resiliencia, pero también necesitas usar un poco de inteligencia emocional para poder salvar esas relaciones que realmente valen la pena, y eso es algo que la psicología y los expertos en relaciones te pueden confirmar.

Para salvar tu relación: 2 herramientas de la inteligencia emocional

La psicoterapeuta Erin Leonard Ph.D. escribió en Psychology Today que hay algunas herramientas de Inteligencia emocional que pueden ayudarte a lidiar mejor con las narcisistas que están en tu vida o con las que puedes tener una relación, pero en realidad son herramientas que también pueden ayudarte a rescatar relaciones en problemas, a construir relaciones más felices y relacionarte mejor con las demás personas.

¿Quieres salvar tu relación?

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Capacidad para regular tus emociones

Leonard dice que es importante aprender a regular las emociones que sentimos, en especial durante los momentos que no son tan buenos.

Cuando podemos controlar nuestras emociones, entonces evitamos que estas nos controlen a nosotros, que se salgan de control o que lleguemos a tener respuestas explosivas, violentas o exageradas. Esto permite mantener la calma en situaciones de estrés y es clave para que no explotemos contra los demás cuando no estamos bien, y con todo eso puedes pensar con más claridad, tener una mejor perspectiva de las cosas y reaccionar de mejor forma.

Para esto, puedes usar cosas como la meditación o la regla de los 5 segundos, que te llevan a pensar antes de actuar o de reaccionar, pero también es importante que te permitas sentir esas emociones y que no las ignores, de lo contrario se pueden acumular y eso te va a afectar de muchas formas.

Conciencia emocional

También es importante tener conciencia de las emociones, que se refiere a la “capacidad para reconocer de inmediato lo que sientes te permite comprender la emoción y darle sentido. Examinar qué está provocando el sentimiento puede ayudarte a descifrar qué está tramando el narcisista”, como explica la experta.

Cuando reconoces tus emociones e identificar las causas, entonces dejas de culpar a los demás o evitas caer en la manipulación o en el Gaslighting, pero también logras entender el impacto que causas en las demás persona y cómo las afectan con tu comportamiento. Cuando reconoces, entonces es más fácil entender y encontrar soluciones.

Empatía y escucha activa

La empatía también es clave para las relaciones, ya que te permite ponerte en los zapatos de la otra persona, entender sus emociones, sus problemas, preocupaciones o dudas. Es esencial para comprender y conectar con la otra persona, y es una herramienta clave para superar malos momentos y para ser más comprensivos y tolerantes con los demás.

Por otro lado, la escucha activa es de las herramientas más útiles para salvar relaciones. Al escuchar con atención, realmente podemos entender lo que la otra persona nos dice, lo que necesita, lo que quiere o lo que le falta, es esencial para reconocer las señales de que algo está mal, para hacer que la otra persona se sienta valorada, comprendida y escuchada, y para obtener la información necesaria para poder solucionar o superar problemas.