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Lewis Hamilton confiesa cuál es el nuevo rumbo que tomará su carrera

Lewis Hamilton, el siete veces campeón de la Fórmula 1, dice que todavía puede ganar un título mundial; quizá este año, su último con la escudería Mercedes, o el próximo, cuando se una a Ferrari, una decisión que sorprendió al mundo. Pero es gracias a su apasionado trabajo fuera de las pistas —en la moda, el cine y la música— que seguirá siendo un ganador después de que caiga la bandera a cuadros en su carrera como piloto.
Lewis Hamilton con camisa azul
“Me estoy enfocando en cómo dar el mejor año que Mercedes haya tenido nunca, luego de todo el tiempo que hemos compartido”.Campbell Addy

Con frecuencia, en las pausas entre sus 18 temporadas en la Fórmula 1, Lewis Hamilton ha conocido a leyendas. Algunas de otras industrias exóticas como el cine, la música y la moda, mundos por los que ha sentido una afinidad cada vez mayor mientras se convertía en el piloto de F1 con más triunfos de la historia. Y muchas de otros deportes. Se percató de que, sobre todo con los atletas a punto de retirarse, la conversación giraba en torno al tema de preparase para el más allá.

No para la muerte, sino para la vida después del deporte. “He platicado con muchos atletas increíbles, desde Boris Becker a Serena Williams y hasta Michael Jordan”, dice Hamilton, de 39 años. “Al hablar con los grandes que he conocido y que ya se retiraron —e incluso con algunos que siguen compitiendo—, el miedo es a la falta de preparación para lo que viene después. Muchos me han dicho: ‘Me retiré muy pronto’ o ‘Me retiré muy tarde’. ‘Cuando acabó, no tenía nada planeado’. ‘Mi mundo se derrumbó porque toda mi vida giraba en torno al deporte’”.

“Algunos me dijeron: ‘No planeé nada y fue un desastre porque me sentía perdido. Tenía un vacío enorme y no sabía cómo iba a llenarlo. Al principio tenía tanta prisa por intentar llenarlo que lo hice con las cosas equivocadas. Cometes errores. Y luego, por fin, encuentras tu camino’. Me hizo pensar en cómo evitar eso cuando me retire. Así que me puse a buscar en serio otras cosas que me apasionaran”.

Lewis Hamilton, cuyos padres se separaron cuando él era un bebé y que empezó a correr a los 8 años, pasó la primera mitad de su vida motivado por una sola cosa: “Como era el único niño negro del circuito, con dificultadas en la escuela, mi motivación más grande siempre fue la aceptación: ‘Si gano la carrera, el mundo me va a aceptar’”. Ese único objetivo, para un niño que creció en una unidad habitacional de interés social al norte de Londres, lo llevó a alturas inconcebibles en el automovilismo. Él y Michael Schumacher son los máximos ganadores de la historia de la Fórmula 1, con siete campeonatos del mundo, pero Lewis es el único que tiene ocho títulos de constructores, con Mercedes, y 103 victorias en Grandes Premios. Sin embargo, fue hasta más tarde cuando se sintió cómodo concentrándose en los rubros más creativos que había reprimido. Unos intereses que, en vez de ir en detrimento de su carrera, podrían mejorar su rendimiento en la pista, encaminarlo hacia la segunda mitad de su vida y nutrirle el alma.

“Me emociona mucho el presente, porque sé que el futuro no está garantizado. Pero también me entusiasma conceptualizar todas las ideas que quiero materializar después, en mi próxima fase”.Campbell Addy

“Cuando llegué a la Fórmula 1”, recuerda, “despertaba, entrenaba, corría, y nada más. Me di cuenta de que trabajar todo el tiempo no da la felicidad, necesitas encontrar un equilibrio. Descubrí que era bastante infeliz”. La fijación fue devastadora. “Me faltaban muchas cosas, yo era más que un piloto. Y era una locura porque estaba en la Fórmula 1, había logrado mi sueño, estaba en la cima. Pero no lo estaba disfrutando”.

Durante esa época, empezó a salir con alguien en Los Ángeles y, por primera vez, conoció a gente de industrias creativas. “El mundo de las carreras es casi como estar en un globo de nieve”, dice. “Y afuera hay tantas cosas que no tienes tiempo de explorar. Creo que, si todos los días vas a una oficina y haces lo mismo, terminas por disociar. Tienes que encontrar algo para relajarte y mantener tu mente activa”.

Esos viajes a L.A. sembraron las semillas de otras posibilidades y desencadenaron una nueva oleada de expresión personal y experimentación creativa. Primero, mediante el pelo, los tatuajes y la joyería, y luego, mediante la música, la moda y el cine. Durante la siguiente década, Lewis Hamilton desafió las ideas preconcebidas sobre cómo debe presentarse un piloto de carreras y qué más puede hacer mientras viaja por el mundo para competir.

“Mi mente siempre está activa”, dice, sentado frente a mí en Londres. “Tengo sueños muy vívidos, me despierto y los escribo. Tengo visiones de algo que estoy diseñando. A veces es música. Otras, suena una canción en mi cabeza. Me levanto, bajo, la toco en el piano, la grabo y se vuelve parte de algo que estoy haciendo”. Hamilton vive para los campamentos de composición que organiza al menos dos veces al año, cuando junta a un equipo de productores y compositores para que le ayuden a armar los samples, hilos y letras que reúne e improvisa durante la temporada. “La música me mantiene vivo”, afirma. En los años transcurridos desde esos viajes a L.A., Hamilton se ha convertido en el miembro más destacado de su deporte —la Fórmula 1—, posiblemente incluso en el atleta más destacado de cualquier deporte, que se dedica tanto y tan seriamente a las industrias creativas.

“Estoy entrenando más duro que nunca. Nunca me he sentido tan bien preparado físicamente”.Campbell Addy

La idea de que Lewis Hamilton se dedique a sus intereses no siempre ha sido bien recibida. “A medida que exploraba mi creatividad y la forma de expresarme, recibí muchas críticas de los medios”, dice. “La gente me juzgaba: ‘Así no se comporta un piloto de carreras’”. Su ascenso coincidió con un momento en el que el deporte estaba madurando y el dinero de las empresas inundaba la F1. Por ello, se pulieron los bordes más ásperos del deporte: los pilotos fiesteros y kamikazes del pasado fueron sustituidos por una generación de personajes confiables que mostraban una personalidad limitada fuera de la pista.

“De hecho, lo siento por algunos de los pilotos que nos precedieron, a principios de la década de 2000”, asegura Hamilton. “Es evidente que tenían mucha personalidad, pero no fueron capaces de mostrarla. Hoy los pilotos se expresan de forma diferente”.

“Poco a poco, he tenido que trabajar tiempo extra para superarme”, dice, con el fin de cambiar la mentalidad de la gente.

La motivación de Lewis Hamilton para seguir impulsando su deporte en este frente es doble: sí, para seguir rompiendo las expectativas, a menudo conservadoras y convencionales, de la F1. Pero también para estar listo para la segunda mitad de su carrera. “Pasé por la fase de comprender que no puedo correr para siempre”, asegura, lo que lo motivó a cultivar sus otras pasiones.

“Lo difícil es que quiero hacerlo todo”, dice riéndose. “Soy muy ambicioso, pero entiendo que no puedes, de hecho, me retracto, porque no creo en el ‘no puedes’. Para dominar algo, se requieren 10,000 horas. Obviamente, ya lo hice en el automovilismo. No hay tiempo suficiente para dominar todos mis demás intereses”.

Entonces, ¿qué sustituirá a las carreras?, le pregunto.

“Bueno, creo que será el cine y la moda”, responde.

Lewis y el cine

“Seguimos necesitando más mujeres en el deporte. Y luchar para asegurarnos de que haya muchas más mujeres al frente, a la vista, para que las niñas y jóvenes vean que éste es un lugar para ellas”.Campbell Addy

Entre sus proyectos actuales destaca la película de Hollywood que está produciendo con Brad Pitt y el equipo responsable de Top Gun: Maverick, incluidos el director Joseph Kosinski y el productor Jerry Bruckheimer. Promete ser, como mínimo, la película de carreras más esperada de la historia; como máximo, la más auténtica y emocionante.

Hamilton cuenta que de niño era fan del cine, y buena parte de su tiempo en la F1 ha podido conocer a gente de esa industria. Tom Cruise, aficionado de las carreras desde antes de Días de trueno, lo buscó un día para invitarlo al set de Oblivion: el tiempo del olvido (2014). Después de ese día, Lewis Hamilton y Tom Cruise forjaron una amistad que consistía, en parte, en mensajes alentadores del actor antes y después de las carreras.

Una noche, en la cena, Hamilton le enseñó a Cruise su reloj, que tenía el logotipo de Top Gun en el reverso. “Le dije, ‘Amigo, si alguna vez haces Top Gun 2, contrátame como conserje, lo que sea, quiero participar’”. Cuando se materializó Top Gun: Maverick, Cruise puso a Lewis en contacto con Kosinski, quien le ofreció el papel de uno de los pilotos de la película. Pero estaba en plena competencia por el título de 2018. Filmar hubiera requerido un par de semanas en el set durante los últimos meses de la temporada. “En primer lugar, nunca había tomado una clase de actuación, y no quería decepcionarlos. En segundo lugar, no tenía tiempo. Recuerdo cuando se los dije a Joe y a Tom, se me rompió el corazón. Luego, por supuesto, me arrepentí. Cuando vi la película pensé, ‘¡Pude haber sido yo!’”, gime y se ríe. “Dios, es que todavía…”

Un par de años después, Lewis se encontró en una reunión de Zoom con Kosinski y Bruckheimer, quienes le propusieron participar en una película sobre la Fórmula 1 de gran presupuesto. Hamilton enseguida identificó las posibles dificultades. “Mi punto fue: chicos, la película necesita ser muy auténtica. Tenemos a dos grupos de fans, los originales de toda la vida, que desde que nacen escuchan la música del Gran Premio todos los fines de semana y ven las carreras con sus familias, y la nueva generación, que nos acaba de conocer por Netflix”. Hamilton firmó con el requisito imperativo de hacer la película para ambos. “Mi labor ha sido identificar lo que no funciona. Darles consejos sobre la realidad de las carreras, lo que le atrae y lo que no a los fans”.

“Creo que se trata de trabajar en la visibilidad de los de más abajo”.Campbell Addy

Las cámaras de la producción filmaron la acción del Gran Premio británico de la temporada pasada en el célebre Circuito de Silverstone, con una asistencia de más de 150,000 personas. Según Hamilton, una de las experiencias más cool hasta ahora fue “estar en Silverstone y descubrir que Brad es un piloto de corazón. Tiene las habilidades y la destreza”.

¿Dónde aprendió?

“Creo que siempre le han gustado las motos, así que ha visto muchas carreras de motos. Cuando era más joven, trabajé en una escuela de automovilismo. Las empresas llegaban con 70 personas que se ponían en el lado equivocado de la pista, en el carril interior manejando hacia el vértice de una curva. Cero conocimiento. Brad sabía en qué parte de la pista tenía que estar”.

Gracias a este conocimiento del arte de la Fórmula 1, actores como Pitt y Cruise se distinguen de los estadounidenses promedio. Lewis pasó la primera mitad de su carrera llegando a Estados Unidos y Canadá asombrado por tener que “educar continuamente a la gente”. Un continente repleto de fanáticos de los deportes que, de algún modo, eran inmunes a lo que fuera que había vuelto loco a Hamilton por la F1 toda su vida.

Ya había hablado con Hamilton una vez, a finales de 2011, y le había preguntado qué haría falta para contagiar a los fanáticos de los deportes en Estados Unidos. Él lo sabía. Una película. “Me encantaría escuchar cualquier idea”, me dijo entonces. Drive to Survive, de Netflix, demostró su teoría: si tan solo puedes mezclar la velocidad y el drama en una buena historia, el público podría engancharse a las carreras de verdad. La película de Brad Pitt, Lewis Hamilton y Kosinski debería ser la prueba definitiva.

En un momento dado, Lewis y yo hablamos de las películas sobre carreras que ya existen: Grand Prix (1966), Le Mans (1971), Ford v Ferrari (2019), Rush: pasión y gloria (2013), etcétera. Le pregunto si se mantiene al día con nuevos filmes, cuáles funcionan y cuáles no. “Los veo todos”, responde. En parte porque es fan. En parte porque él y su nueva productora, Dawn Apollo Films, necesitan conocer el mercado. “Pero no me gusta juzgar, porque he visto cómo hacer algo desde cero, crear algo, exige muchísimo tiempo y el compromiso de mucha gente. Vivimos en un mundo demasiado crítico.”

“Vengo del mundo del automovilismo en el que mi papá y yo éramos los únicos negros. Y cuando llegué al mundo de la moda, era tan diverso. Me encantó”.Campbell Addy

Ok, pero ¿qué hay de Ferrari?

“Me encantó”, asegura. Una noticia alentadora para los fans de Ferrari, que han estado salivando desde el impactante anunció de que se cambiará a ese equipo para la temporada 2025. “En primer lugar, porque Ferrari es Ferrari. E imaginar cuando llegaron a la fábrica, conocer parte de la historia. En esa época, el automovilismo era una locura. Los coches eran superpeligrosos. ¿Se podría haber hecho mejor? Claro. Capturar una carrera es muy difícil, y no creo que nadie haya podido hacerlo de modo que transmita la adrenalina que sientes como piloto. Pero creo que es una de las mejores que se han hecho. Las películas clásicas, con McQueen, con la gran cámara en el casco y el camarógrafo acostado frente al coche para filmar la escena…”, se ríe. “Deberías ver algunas de las cámaras que Joe es capaz de utilizar, es un visionario”.

¿Estás contemplando derrotar a las demás películas de carreras?

“No me siento competitivo con esas películas, pero probablemente eso pasará”.

Lewis y la moda

Antes del cine, llegó la moda. En 2007, Lewis fue a su primer desfile. “Vengo del mundo del automovilismo en el que mi papá y yo éramos los únicos negros. Y cuando llegué al mundo de la moda, era tan diverso. Me encantó”. Hamilton ya había pasado sus años de ascenso teniendo que justificar las diferencias superficiales con otros pilotos –sus trenzas, tatuajes, joyería, y luego su ropa–, para convencer a la gente de que eso no afectaba su rendimiento ni perjudicaba al deporte. El escrutinio encontró un nuevo objetivo cuando empezó a trabajar con Tommy Hilfiger.

Entre 2018 y 2020, Hilfiger, quien llevaba décadas vinculado a la Fórmula1, invitó a Hamilton a diseñar cinco colecciones para su marca homónima. “Trabajar con estos diseñadores tras bambalinas fue casi como hacer una pasantía. Pude participar mucho, involucrarme en todo el proceso. Y luego iba a las carreras y me sentía libre”.

“Poco a poco, he tenido que trabajar tiempo extra para superarme”.Campbell Addy

Para celebrar su primera colección, en 2018, Hamilton voló a una fiesta en Nueva York antes del Gran Premio de Singapur. “No es una gran preparación para la carrera”, reconoce. “Así que debes ser realmente cuidadoso. Dijeron que no estaba concentrado. Pero no me desvelé bebiendo ni nada. Llegué a Singapur e hice una de las mejores vueltas de mi carrera. Después de eso, se dieron cuenta de que sí podía hacerlo, incluso Niki” —Niki Lauda, campeón del mundo en 1975, 1977 y 1984, quien trabajó con Hamilton y el director de la escudería Mercedes, Toto Wolff— “le decía a Toto que no me podía dejar comportarme así porque no era propio de un piloto de carreras”.

En la época de Lauda, sugiero bromeando, los pilotos de carreras sólo bebían y fumaban toda la noche antes de presentarse en la pista.

Hamilton se ríe. “Exacto, pero con el tiempo cedió, quizás se dio cuenta de que yo podía hacer otras cosas”.

En los últimos años, su interés por la moda ha evolucionado: ya no sólo quiere ponerse la ropa o diseñarla, sino influir en la industria de forma más ambiciosa. Hamilton ha promovido iniciativas en favor de la diversidad en la F1, Mercedes y otros ámbitos, con el fin de acabar con la homogeneidad de los espacios de los que forma parte. Ahora, está pensando en la manera de reunir ese tipo de influencia —así como financiamiento— para ayudar a las marcas de moda independiente que admira.

“Creo que se trata de trabajar en la visibilidad de los de más abajo. Hay muchas marcas jóvenes y emergentes increíbles que, en algún momento, serán devoradas por las grandes organizaciones. Y perderán un porcentaje considerable de la empresa que han creado. Creo que se trata de tener un lugar en la mesa, y no es sencillo. Reunirme con [Bernard] Arnault y tener esa conversación”.

¿Lo has intentado?, le pregunto.

“Todavía no, pero creo poder hacerlo”.

Solo por poner como ejemplo una marca a la que Lewis apoya, Wales Bonner (de la aclamada diseñadora Grace Wales Bonner, de 33 años) tiene una visión tan clara como la de cualquier otra firma de moda, pero sigue siendo humildemente independiente. ¿Piensa implicarse financieramente con empresas de esa escala?

“A medida que exploraba mi creatividad y la forma de expresarme, recibí muchas críticas de los medios”.Campbell Addy

“He estado en su estudio y es fascinante hablar con Grace sobre las dificultades de su labor. Está montando unos desfiles supercreativos, tiene muy claro su trabajo. Pero hay oportunidades que no se le han presentado y sé que muchas de esas marcas jóvenes necesitan más financiamiento, más apoyo con la infraestructura. Y cuando reciben ese financiamiento, corren el riesgo de tener que vender una porción para sobrevivir. Estoy intentando definir cómo encajamos en ese contexto”.

“Para ser honesto, uno de mis sueños es crear mi propio LVMH diverso”, revela. “La verdad ni siquiera sé si en esta época es posible, pero lo estoy conceptualizando”.

Primer acto: ganarle a Schumacher.

Segundo acto: ganarle a Arnault.

Una de esas ideas ambiciosas que anota en mitad de la noche, le sugiero.

“Sí”, responde. “Tenemos la oportunidad de elevar de verdad a la gente, invitarla a tener más protagonismo. Pienso en LVMH y, desde luego, me encanta Pharrell. Desde niño, he aspirado a ser como él, tanto musical como creativamente. Tengo sentimientos encontrados sobre la decisión que tomó LVMH”. Es decir, nombrarlo director creativo de Louis Vuitton. “Su trabajo con Chanel, Billionaire Boys Club, se lo merece 100 por ciento. Pero también hay gente como Grace. O Martine Rose hubiera sido genial. Poner a una mujer en ese puesto de poder. Porque muchas mujeres no tienen esas oportunidades en la industria. Creo que hubiera sido una decisión impresionante. Pero me encanta lo que está haciendo Pharrell”.

Lewis y la F1

Para Lewis Hamilton, el inicio de 2024 es “probablemente el momento más emocionante de mi vida”. En gran parte porque es la primera vez que ha podido pensar en los próximos dos años en conjunto. “Nunca he empezado un año emocionado por el siguiente”, asegura. “Siempre me preguntan: ¿dónde te ves dentro de cinco años? Nunca he sido capaz de mirar tan lejos. Pero ahora estoy en una posición en la que puedo ver un poco más allá. En los próximos dos años pasarán cosas muy interesantes”. Se refiere a “proyectos muy divertidos con la moda que saldrán a la luz a finales de año, obviamente la película y, con suerte, un documental”.

“Tienes que encontrar algo para relajarte y mantener tu mente activa”.Campbell Addy

Hace una pausa y sonrío, ¿Sí? ¿Algo más?

Hamilton sorprendió al mundo del automovilismo unas semanas antes de nuestra entrevista al anunciar que dejaría su equipo de años, Mercedes, para irse a su rival más famoso, Ferrari, al inicio de la temporada 2025. Esto lo obliga a pensar simultáneamente en éste y el próximo año, algo inusual para un piloto.

“Me estoy enfocando en cómo dar el mejor año que Mercedes haya tenido nunca, luego de todo el tiempo que hemos compartido. Todo se reduce a mi compromiso con la gente que me rodea. Algunos se han tomado la noticia muy bien, otros no tanto. ¿Cómo hacerlos parte de este viaje para cerrar juntos con broche de oro?”.

Algo que tiene que resolver es cómo asegurarse de que las iniciativas de diversidad que implementó en Mercedes continúen sin él. Es una consideración pertinente para muchos de los cambios que ha impulsado en el deporte: ¿Qué pasará cuando ya no esté liderando el grupo que desafía el statu quo? Le pregunto: ¿Qué te sorprende más que no haya evolucionado en tu época en la Fórmula 1? “Seguimos necesitando más mujeres en el deporte. Y luchar para asegurarnos de que haya muchas más mujeres al frente, a la vista, para que las niñas y jóvenes vean que este es un lugar para ellas”.

En 2024, dice, “estoy entrenando más duro que nunca. Nunca me he sentido tan bien preparado físicamente. Me emociona mucho el presente, porque sé que el futuro no está garantizado. Pero también me entusiasma conceptualizar todas las ideas que quiero materializar después, en mi próxima fase”.

“Sinceramente, he manifestado todo lo que he querido hacer. Lo hago cada año. Trabajar con Tommy. Ganar un campeonato del mundo. Romper récords. También mis otros planes a futuro”.

¿Manifestaste el cambio a Ferrari?, le pregunto.

“Sí, pero creo que fue una manifestación más inconsciente desde la primera etapa de mi vida. Pero siempre ha sido una ambición. Por ahora, voy a llevar a Mercedes a lo más alto que pueda este año”.

“Como era el único niño negro del circuito, con dificultadas en la escuela, mi motivación más grande siempre fue la aceptación”.Campbell Addy

Este último año con Mercedes llega en un momento sin precedentes para Lewis Hamilton, quien no ha ganado una carrera en las últimas dos temporadas. Mercedes construyó un coche que ha tenido dificultades. Red Bull y Max Verstappen han dominado. Hablamos de si el final de la temporada 2021 fue un punto de inflexión para él. El título de ese año se decidió literalmente en los últimos minutos de la temporada. Tras una decisión surrealista e improvisada del director de la carrera, Lewis y Max se disputaron el título en un sprint final. Pero el coche de Verstappen, con llantas nuevas, terminó por imponerse.

¿Te robaron?, le pregunto.

“Obviamente. Pero creo que lo hermoso de ese momento fue que mi papá estaba conmigo. Juntos habíamos vivido una montaña rusa, con altibajos toda la vida. Y el día que más me dolió, estuvo conmigo, él me enseñó a levantarme, a mantener la cabeza en alto, siempre. Por supuesto, felicité a Max, sin darme cuenta del efecto que tendría, pero también era muy consciente de que un niño, parecido a mí, podría estar viendo. Es el momento decisivo de mi vida. De verdad lo creo. Lo sentí. No sabía cómo sería percibido. No lo había visualizado. Pero era consciente de que los próximos 50 metros que caminara o me derrumbaba y moría, o me levantaba”.

Le pregunto si se ha obsesionado con esa carrera.

“Si veo algún fragmento de ella, lo sigo sintiendo. Pero ya estoy en paz”.

¿Y la falta de victorias que vino después?

“Mis fans se han mantenido absolutamente leales. Al principio no lo entendía, porque no estaba ganando nada. Pero me he dado cuenta de que no es fácil identificarse con alguien que siempre acaba primero. Es inspirador. Pero no hay...” Nunca ha habido una historia de resurgimiento hasta ahora.

Es una buena lección de su carrera paralela en el cine. A la gente le fascinan las historias de resurgimiento.