Los hábitos atómicos surgen del libro Atomic Habits (un libro que ha vendido más de 15 millones de copias) de James Clear, un experto que asegura que no necesitas hacer grandes cosas o cambios extremos a tu rutina para lograr lo que te propones y conseguir el éxito.
En su libro, Clear dice que los hábitos atómicos son cosas pequeñas que puedes sumar fácilmente a tu rutina diaria y que no te toman demasiado tiempo, pero que son esenciales para ir construyendo lo que quieres, para eliminar malos hábitos y para tener disciplina y mantener las cosas que sí te aportan algo positivo.
Si quieres alcanzar el éxito, ya sea en lo profesional o lo personal, entonces necesitas implementar buenos hábitos en tu vida, pero debes asegurarte de que esos hábitos estén alineados con tus objetivos y que sean los más adecuados para ti, de lo contrario pueden convertirse en un desperdicio de tu tiempo y energía, y hasta pueden llegar a obstaculizar tu progreso.
Para esto, no solo hay que enfocarse en los hábitos atómicos, sino en las 4 reglas que Clear propone en su libro y que buscan ayudar a encontrar cuáles son esos hábitos que más te van a beneficiar y a lograr mantenerlos con el paso del tiempo.
Los hábitos atómicos y 4 reglas para que te lleven al éxito
Para construir verdaderos hábitos atómicos (que, según Clear, deben ser cosas simples que se conviertan en una fuente de mucho poder para cada persona), se necesitan 4 reglas o principios muy simples.
Señal: que sea evidente
Un hábito es un comportamiento rutinario, que se hace de manera natural y casi sin pensarlo, es por esto que, para crear uno nuevo, es importante tener esas “señales” o claves visuales que te ayuden a detonar ese comportamiento que quieres, para que se convierta en un hábito.
Por ejemplo, si quieres tener el hábito de hacer ejercicio por las mañanas, puedes dejar tus tenis en un lugar muy visible, así es más fácil recordar tu objetivo y tenerlo en mente sin tener que esforzarte mucho para.
Antojo: que sea atractivo para ti
Un comportamiento no se va a convertir en un hábito si no te gusta, si no tienes ganas de hacerlo y si no lo disfrutas, es por esto que necesitas encontrar la manera de que ese hábito que estás buscando crear sea más atractivo para ti.
Siguiendo con el ejemplo del ejercicio, puedes elegir una clase que te guste, comprar un outfit nuevo y que te haga sentir poderoso, crear una playlist con tu música favorita, o incluso intentar hacer una rutina con una persona que siempre te haga pasar un buen rato.
Respuesta: busca que sea algo fácil
Clear dice que, para que podamos formar hábitos positivos, se necesita que sean cosas fáciles, al menos al empezar. Cuando algo es fácil, entonces hay más posibilidades de que lo sigas haciendo y de que no renuncies porque lo sientes como algo abrumador.
Así que puedes empezar con cosas como levantarte solo unos minutos más temprano, o con una sola alarma, hacer 15 minutos de ejercicio (en lugar e intentar una rutina de 1 hora cuando nunca te habías ejercitado antes) o preparar tu ropa antes de dormir para que no tengas que perder tiempo en decisiones poco importantes al día siguiente.
Recompensa: encuentra la satisfacción o el “premio”
También es importante que ese o esos hábitos que quieres te ofrezcan algo, te aporten algo y te den algún tipo de recompensa, ya que eso aumenta la motivación y las ganas de seguir adelante.
¿Por qué quieres hacer ejercicio? Para estar sano y vivir más. ¿Qué es lo que hace que te sigas esforzando y no te saltes el gym? Los músculos marcados que comienzan a aparecer, esa es la recompensa. Cada acción tiene una razón, pero también debes identificar qué es lo que te está aportando y si esa recompensa realmente vale la pena.
