Chopard Alpine Eagle XL Chrono podría seguir los pasos de éxito de su predecesor.
Que no se ajuste necesariamente a nuestras pequeñas muñecas no significa que no podamos apreciar el nuevo reloj de Chopard. Presente en Watches and Wonders 2024 de Ginebra junto con otras 53 marcas relojeras, la firma de lujo mostró sus novedades en su amplio y elegante stand. Entre ellas, nos gusta especialmente la nueva versión del Chopard Alpine Eagle, un cronógrafo de 44 mm (bastante imponente) con un suntuoso color en su esfera.
Una combinación a la altura
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El Chopard Alpine Eagle se ha convertido en un icono de la casa, del mismo modo que lo ha sido el Tank en Cartier, el Submariner en Rolex o el Royal Oak en Audemars Piguet. Es cierto que tiene mucha menos historia, ya que el primer Alpine Eagle data de 2019. Sin embargo, sus orígenes se remontan a hace más de 40 años, cuando Karl-Friedrich Scheufele —hijo del presidente de Chopard, Karl Scheufele— diseñó el primer reloj deportivo y el primer reloj de acero de la marca: el Saint Moritz.
Aquel primer reloj se lanzó en 1980 y gozó de un éxito inmediato. En 2019, fue el hijo de Karl-Friedrich Scheufele quien quiso dar un pequeño impulso al reloj y lo bautizó como Alpine Eagle. Hoy en día, se pueden encontrar nada menos que 42 referencias del modelo. Ahora, inaugurando el salón de Watches and Wonders 2024, se presenta una nueva versión: el Chopard Alpine Eagle XL Chrono en titanio de grado 5.
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La caja de 44 mm de este reloj (con un grosor de 13.15 mm) surfea sobre una de las tendencias actuales de la relojería, la integración del titanio. Rolex, Grand Seiko, Audemars Piguet y otros ya no dudan en ofrecer a sus clientes relojes de titanio, los cuales tiene la gran ventaja de ser ligeros y, por tanto, muy cómodos de llevar en la muñeca, sean cuales sean las circunstancias.
Esta es la primera vez que el titanio, también apreciado por su resistencia superior, se utiliza para la colección de cronógrafos Alpine Eagle. Hasta ahora, se había reservado para dos modelos Alpine Eagle con movimientos de alta frecuencia. Sin embargo, en estos nuevos modelos el famoso acero Lucent de la firma ha sido sustituido por un material que reafirma la robustez de este modelo.
Esta caja de titanio rodea lo que ha sido el punto fuerte del Alpine Eagle desde su lanzamiento: su esfera. Como su nombre indica, el corazón de la esfera presenta el águila, en particular su ojo. La textura y el patrón radiante recuerdan el iris de la rapaz, y ahora están coloreados en un nuevo tono: el azul Rhône, el cual se inspira en un río, el Ródano, “que nace en el corazón del glaciar del mismo nombre, situado en el cantón de Valais”, explica Chopard. Es aquí, a más de 2,200 metros de altitud, donde las suaves tonalidades azules —sinónimo de pureza— de este emblemático río inician su recorrido, alimentando las aguas del lago Lemán antes de terminar su curso en el mar Mediterráneo. Así que aquí estamos en las alturas con este Chopard Alpine Eagle XL Chrono. También observarás otra referencia al águila en esta esfera, con la punta del segundero en forma de pluma.
Las funciones del reloj cronógrafo incluyen un contador de 30 minutos a las 3 horas con una aguja saltante semi-instantánea, un contador de 12 horas a las 3 horas y un pequeño segundero a las 6 horas. Las tres sub esferas son negras. La fecha se muestra en una abertura a las 4 horas. El movimiento Chopard 03.05-C es el motor de este reloj y ofrece una reserva de marcha de 60 horas. Entre sus funciones, impresiona el retorno en vuelo, que permite poner a cero el cronógrafo y volver a ponerlo en marcha con sólo pulsar uno de los pulsadores del reloj.
Chopard tampoco ha escatimado en la correa de su Alpine Eagle. No todo el mundo la consideraría la parte más importante de un reloj, pero en este caso es esencial, sobre todo por la comodidad que proporciona. Aquí, se ha elegido el caucho de la marca, un material menos noble sobre el papel que el oro o el acero, pero que combina a la perfección con el titanio, siempre con la misma ligereza y robustez en mente.
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Resistente al agua, cómodo y maleable, este nuevo reloj está hecho para soportar condiciones extremas. A modo de recordatorio, Chopard fue una de las primeras marcas en utilizar el caucho hace 30 años, reproduciendo el famoso caucho de neumático de los años 60 en las correas de la no menos famosa colección Mille Miglia de cronógrafos inspirados en el automovilismo.
En resumen, este Chopard Alpine Eagle XL Chrono es una auténtica belleza relojera, con un innegable espíritu deportivo. Por desgracia para nosotros, su precio es bastante elevado: 26,800 euros. No lo compraremos de inmediato, pero el placer de la vista es inmediato.
Artículo publicado originalmente en GQ Francia.
