Si te estás preguntando cómo separar la ropa para lavar, puede parecer una tarea monótona, pero con el enfoque correcto puedes evitar muchos de los problemas comunes como la decoloración, el encogimiento y el daño a las telas. Separar tu ropa correctamente antes de lavarla es crucial para mantener tus prendas en óptimas condiciones. Aquí te ofrecemos seis pasos simples que transformarán tu rutina de lavado, optimizando el cuidado de tu vestuario y prolongando la vida útil de tus prendas.
1. Organiza por colores
La regla de oro para evitar que los colores se mezclen y manchen otras prendas es separar la ropa por colores. Crea tres montones distintos: uno para las prendas blancas, otro para las de colores claros (como pasteles y tonos beige), y un tercer montón para los colores oscuros y vivos. Esta separación previene la transferencia de color, especialmente importante para las prendas nuevas que pueden sangrar tinta durante los primeros lavados.
2. Considera la suciedad
La cantidad de suciedad también debe influir en cómo separas la ropa. Las prendas extremadamente sucias o manchadas deben lavarse por separado de aquellas ligeramente usadas para evitar que la suciedad y las bacterias se transfieran a prendas más limpias. Por ejemplo, los uniformes de trabajo o la ropa de ejercicio deben tener su propio ciclo de lavado.
3. Separa por tipo de tejido
Diferentes tejidos requieren diferentes niveles de cuidado. Así que, para responder cómo separar la ropa para lavar, toma en cuenta lo siguiente: separa los tejidos delicados, como la seda y el encaje, de los tejidos más resistentes como el algodón y el denim. Lavar la ropa con tejidos pesados y ligeros al mismo tiempo puede resultar en que unos dañen a otros más sensibles durante el ciclo de lavado. Además, algunos materiales —como la lana— pueden necesitar un cuidado especial y programas de lavado específicos.
Para las prendas más delicadas como la lencería, los tejidos finos o las prendas con adornos, utiliza bolsas de malla para lavar. Estas protegen los tejidos delicados de los enganches y la tensión que pueden suceder durante el ciclo de lavado.
Muchas lavadoras modernas ofrecen una variedad de ciclos de lavado diseñados para diferentes tipos de tejidos y niveles de suciedad. Utiliza ciclos delicados para ropa fina, ciclos intensivos para manchas difíciles y ciclos de ropa deportiva para materiales que requieren una limpieza profunda.
4. Presta atención a los detalles
Revisa cuidadosamente las prendas en busca de objetos extraños en los bolsillos, como monedas, boletos o chicles, que puedan causar problemas durante el lavado. Asegúrate también de cerrar cremalleras y abrochar botones para evitar que se enganchen con otras prendas y dañen los tejidos. Ropa con botones va lejos de tejidos, prendas con cremalleras también, y así la lista sigue
Recuerda también que una máquina sobrecargada no limpiará efectivamente y puede causar desgaste adicional tanto en las prendas como en el electrodoméstico. Lava con cargas moderadas para asegurar que la ropa se mueva libremente y el detergente se distribuya correctamente.
5. Pre-trata las manchas
Antes de lanzar tus prendas a la lavadora, presta atención a las manchas. Aplicar un tratamiento previo a manchas difíciles puede hacer una gran diferencia en el resultado final. Con tu detergente para ropa no basta. Utiliza un quitamanchas comercial o soluciones caseras como el bicarbonato de sodio o el vinagre blanco para tratar las áreas afectadas. Deja actuar el tratamiento durante al menos 30 minutos antes del lavado.
6. Revisa las etiquetas de cuidado
Finalmente, siempre revisa las etiquetas de cuidado en tus prendas ya separadas. Esto te ayudará a confirmar que has hecho una buena separación. Éstas ofrecen información valiosa sobre cómo lavar cada pieza, incluyendo la temperatura del agua recomendada y si es seguro usar la lavadora o si se requiere lavado a mano. Seguir las instrucciones de la etiqueta es fundamental para evitar daños como el encogimiento o la pérdida de forma.
Ahora que ya sabes cómo separar la ropa para lavar, recuerda de lavarla no tiene por qué ser complicado. Siguiendo estos cinco pasos simples, podrás proteger tus prendas de daños innecesarios, asegurando que se mantengan en buen estado por más tiempo. Recuerda que el cuidado adecuado de tu ropa no solo mejora su apariencia y durabilidad, sino que también es una práctica más sostenible que contribuye al cuidado del medio ambiente.