La camisa polo es una prenda sencilla, pero deliciosa y completamente atemporal para todos nosotros. Una prenda algo sencilla sencilla; sin embargo, con muchísimo potencial. Lo mejor: podemos considerarla una alternativa más elegante a la playera tradicional o básica de fin de semana, al mismo tiempo que puede funcionarte para un look más relajado en un día de compromisos formales.
En especial, si eres un hombre de 50 años y no sabes cómo solucionar tu guardarropa de primavera, que debe proveer frescura y estilo para no sucumbir al calor.
Con su cuello distintivo, botones y tela transpirable, este tipo de camisa la puedes usar en cualquier ocasión; no importa tu agenda ni el estilo que tengas. Con ella podrás lograr suficientes looks para tu vida diaria sin ningún bache en el camino.
Un poco de historia
El origen de la polo con exactitud se desconoce. No obstante, sabemos que fue en el siglo XIX cuando los soldados británicos adoptaron este deporte —que hoy lleva el mismo nombre— de la población local en India, llevándolo de regreso a Inglaterra después de su período de servicio.
Una vez que regresó este deporte al Reino Unido, su práctica se asoció rápidamente con la clase alta y la realeza británica —una vibra que todavía no escapa de su silueta—. Entonces, su uniforme oficial consistía en un camisa masculina con cuello y de manga larga, pantalones amplios y botas largas para montar a caballo. Tiempo después, durante una visita al Reino Unido, John E. Brooks —uno de los Brooks Brothers, marca legendaria de menswear en el planeta entero— notó esta tendencia y la llevó a los Estados Unidos, dando origen en 1896 a la primera Original Button-Down Polo Shirt. Un modelo bastante cercano a lo que hoy conocemos y que dio inicio a esta prenda increíble que hoy no podemos dejar de usar.
Con bomber y jeans
Primero, esta chamarra es una de tus mejores opciones para sustituir sacos y blazers en la oficina. Nuestra recomendación para verte genial a los cincuenta y estupendamente casual: cero parches, cero bordados y cero logos enormes. Nada mejor que la sutileza para que una prenda como ésta pase los filtros que usualmente los códigos de vestimenta imponen en los espacios laborales. Después, con los pantalones, es momento de jugar con los colores y dejar un poco de lado el clásico índigo que estos poseen para utilizar, entonces, tonalidades verdes, crudas y ocres que te darán muchísima personalidad.
Traje y zapatos estilo chukka
La opción moderna que necesitas para eventos semiformales. La camisa polo funciona muy bien con modelos sport o casual, y es la oportunidad perfecta para practicar el minimalismo, pues esta alternativa no necesita demasiados accesorios.
Con pantalón de vestir y chamarra de piel
La combinación ideal para reunir elegancia, personalidad y actitud joven. La idea es ponerte un pantalón clásico de corte recto que fluya con cada uno de tus pasos, una polo tradicional que puedas llevar desabotonada, una chaqueta de cuero un tanto cuadrada para que te dé una estructura fuerte y zapatos de dormir —que si prefieres llevar con tenis de vestir, también está perfecto—.
Con saco
Algo que puedes hacer todavía más cool si es que eliges una silueta XXL y unos tenis legendarios. Atención a los detalles en este outfit, esenciales para lograr una imagen todavía más moderno: pantalones sastre loose y un material ultra premium en el calzado.
Con pantalón de lino
Si el chiste es sentirte fresco y ligero necesitas un pantalón que te ayude a no sudar, a mantenerte seco y sentirte cómodo, necesitas un modelo en lino. La mejor tela posible para estos fines. No hay mejor prenda bottom en época de calor, además de los ya clásicos shorts, por supuesto, que un buen pantalón de lino. Lo tiene todo. Frescura, sofisticación, presencia, temperamento y un feeling muy, pero muy relajado. Siempre listo para cualquier escenario.
